Ciudadano Kane/Citizen Kane

Ciudadano Kane es una película de 1941 dirigida, producida y escrita por Orson Welles. Está considerada como una de las mejores películas de todos los tiempos y es ampliamente considerada como la película más influyente de la historia del cine.
La película sigue la vida de Charles Foster Kane, un magnate de los medios de comunicación y político americano, desde su infancia hasta su muerte. A través de los ojos de diversos personajes que lo conocieron, la película examina la vida y el legado de Kane.
La película fue muy bien recibida por la crítica y fue nominada a nueve Premios de la Academia, ganando dos. Ha sido ampliamente elogiada por su innovadora técnica y su estilo de narración no lineal.

Es una película muy completa, y a pesar de tener 80 años, sus temas siguen siendo populares: ambiciones de poder, política, periodismo, arrogancia, amistad, amor, desamor, drama... mucho poder y dinero, nunca consiguió la verdadera felicidad. , perdió a sus padres, perdió a su primera esposa e hijo, su segunda esposa lo dejó; murió solo anhelando el amor verdadero que tal vez nunca tuvo o recibió.
Técnicamente tiene una gran cinematografía, iluminación, escenografía, vestuario, el maquillaje puede no ser especial, pero fue aceptable para la época en que se hizo, y hubo muchos personajes que tuvieron que envejecer en la trama, en su Explicación, lo lograron.
Las transiciones y la edición también son sorprendentes... puede que tenga algunos defectos, pero en general es sin duda una película excelente con un mensaje atemporal.



Comentarios

  1. Gracias por la recomendación, la veré próximamente

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  2. No soy partidario de los consensos. Siempre hay algo de vaguería intelectual, de resignación o conformismo en todos ellos. Desde mediados de los años cincuenta (no desde su estreno en 1941), la crítica norteamericana y, por arrastre, la del resto del mundo, ha considerado a ‘Ciudadano Kane’ (‘Citizen Kane’, Orson Welles) la mejor película de la historia del cine. Y en las listas de las revistas especializadas, cada vez que se lleva a cabo una votación entre las 10 o 100 mejores, este título encabeza la lista de manera invariable. Pretender elegir una película, entre las muchas grandes películas de la historia, ya me parece una osadía, incluso para los que las han visto todas y han reflexionado a fondo sobre cada una de ellas (¿acaso alguien puede?). Pero es que existen numerosos factores que confluyen en la creación de este magno pedazo de celuloide, sobre todo la cristalización de diversos valores técnicos, narrativos y artísticos, estrictamente cinematográficos, y la importante fecha en que tuvo lugar su realización, y por todo esto es lógico que ‘Ciudadano Kane’ sea una de las películas más importantes e influyentes en la corta historia de este arte todavía en desarrollo.

    En mi personal experiencia con la filmografía de este cineasta inigualable (a quien le queda pequeña la expresión indómito), tengo títulos que me emocionan mucho más y que recuerdo con mucha mayor pasión, como ‘El cuarto mandamiento’ (‘The Magnificent Ambersons’, 1942), ‘Sed de mal’ (‘Touch of Evil’, 1958) o ‘Campanadas a medianoche’ (‘Chimes at Midnight’, 1962), pero no hay duda de que Kane, deslumbrante, pasmoso debut a los veinticinco años de un hombre que ya había triunfado en teatro y en el medio radiofónico (con su mítica locución de ‘La guerra de los mundos’) merece todos los elogios por adelantarse varias décadas a su tiempo y porque lo hizo, no hablando del poderoso empresario William Randolph Hearst como si de un poético biopic se tratase, sino simplemente de George Orson Welles, en una de las más apasionantes confesiones fílmicas (muchos han dicho que todo arte es una forma de confesión) que se recuerdan, empezando por el final (la muerte), pasando al principio (las preguntas sin respuesta) y concluyendo por el misterio y el enigma infranqueables, expresados por esa altísima verja de metal que encierra (y vuelve inexpugnable) el castillo de los recuerdos llamado Xanadu.

    Para entender la fama de Welles a finales de los años treinta, y la situación personal que motivó un contrato impensable por parte de la extinta RKO a un muchacho que todavía no había filmado nada en su vida, no hay que olvidar que la radio era mucho más entonces de lo que es ahora, y que su versión oral de ‘La guerra de los mundos’ de Wells causó una histeria colectiva en Nueva York y Nueva Jersey (para quienes no se habían enterado de que era una ficción radiofónica, espléndidamente realizada) pensando que se trataba de una invasión real. Firmó para dos películas en las que tendría el control absoluto, dentro de un presupuesto, y hay quien no se cansa de decir que tanta libertad fue en verdad la tumba de Welles en los grandes estudios, pues al fracaso comercial de su debut le siguió la mutilación parcial de ‘El cuarto mandamiento’, la rescisión de su contrato y una injusta fama de egomaníaco despilfarrador. Pero tampoco hay que olvidar que estuvo a punto de filmar una particular versión del genial ‘El corazón en las tinieblas’ de Conrad’, proyecto abandonado por sus altos costes y cuya versión por parte de Coppola (quien tiene en Welles su gurú particular…también en Wells…), casi le cuesta la ruina, la salud y la muerte. Orson escribió un magnífico guión al alimón con Herman J. Mankiewicz, y se dispuso a hablar de su propio corazón entre tinieblas.

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  5. Muy buen resumen y muy buena película la elegida, aunque no la haya visto, la tendré en consideración ya que es un clásico del cine.

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